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A Propósito de... El Coronavirus

Situación general

En estos días la noticia es el Coronavirus, porque su aparición ha significado cambios en casi todas las actividades de la mayoría de países y por lo tanto conviene hacer algunas reflexiones sobre la repercusión que la “Pandemia”, como la ha calificado la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede tener en el futuro inmediato.



Para empezar, como las noticias son fragmentarias y no se sabe aún el alcance que la epidemia pueda llegar a tener, la reacción ha sido de preocupación general por la posibilidad de contraer la enfermedad y por la forma en que se debe manejar la escasez que se puede presentar con los artículos de primera necesidad.


Origen y Causas del contagio

Por la información recibida hasta ahora, el virus proviene de la ciudad de Wuhan, localizada en la China continental. Es una variante de virus que se transmite por contacto directo con la persona infectada o por virus microscópicos que se encuentran flotando en el ambiente, debido a secreciones no visibles producto de la tos o estornudos de alguien contaminado o por objetos a los que se adhieren esos virus, sea en manijas de puertas, pasamanos de escaleras, timones o asientos de vehículos, escritorios, mostradores, etcétera y que son tocados luego por otras personas.


Alcance de la epidemia

El virus se ha extendido prácticamente a todo el mundo y ha generado órdenes de restricción de movimiento, cancelación y suspensión de vuelos, cruceros, recorridos de tren y autobús e importantes eventos deportivos y culturales de diverso tipo e inclusive cierres de ciudades y regiones de Europa occidental, actualmente la zona más afectada.


Medidas y precauciones generales:

A nivel personal, se han hecho recomendaciones vitales, aunque parezcan menores, como:

1. Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.

2. Saludar sin hacer contacto físico de ninguna especie con la otra persona.

3. Evitar sitios donde haya congestión.

4. No salir a la calle si se tiene tos, resfrío o indisposición y

5. Permanecer en casa en lo posible.





Medidas Compass en el campo material:

Tal como lo hemos aprendido en el capítulo de la Deuda, en esta situación de emergencia también debemos preguntarnos antes de cualquier compra, cuáles son los productos que realmente necesitamos.


Y en cuanto a cantidades, así como en Compass aprendemos a tener una reserva de emergencia pequeña (un mes de salario), para pasar después a otra mayor, significa que si hacemos habitualmente un mercado para la semana, podemos pasar a hacer un mercado para quince días, que es el tiempo máximo calculado por ahora para estar en nuestras casas en esta emergencia, pero sin exagerar para no tener pérdidas por deterioro de alimentos.





En cuanto a los cursos que se desarrollan actualmente, la pauta la dan las medidas que los gobiernos de sus países y ciudades hayan tomado. En donde sea posible, los Facilitadores de Compass buscarán terminar los cursos que están adelantados.


Inquietudes en el campo espiritual:

Desde otro ángulo, relacionado con nuestra Fe católica, podríamos pensar que la epidemia es una señal permitida por el Señor, como lo ha hecho en otras épocas, para mostrarle a la humanidad lo limitada e impotente que es, a pesar de que los avances en aspectos científicos, tecnológicos y económicos, le hagan creer a parte de la raza humana que puede prescindir de Dios.


Y que este momento difícil e incierto que vivimos, se convierta en el recurso para recapacitar y volver nuestros ojos y mente hacia Dios, para percibir su amor y preocupación porque cumplamos sus mandamientos y nos salvemos del verdadero desastre que es la condenación eterna, aprovechando este tiempo sagrado de Cuaresma, que nos permite caminar con El y mirar hacia nuestro interior.


Sugerencia final:

Como recurso efectivo para aplicar en esta emergencia, queremos recomendarles el uso de la Medalla Milagrosa, propagada a raíz de la aparición de la Virgencita a Santa Catalina Labouré, en París, el 27 de noviembre de 1830 y utilizada dos años después, en 1832, para librar de una epidemia de Cólera a Francia, que vio morir a más de 100.000 personas por esa causa.





No es la tecnología ni el conocimiento de aspectos materiales lo que resuelve problemas de esta índole. Es la fe en Dios y la confianza en su Madre y mejor mediadora, la que nos permite asumir con tranquilidad una situación como la que vivimos.


Actuar civilizadamente

Por último, queremos recordarles la actitud ejemplar que los japoneses tuvieron hace unos pocos años, con posterioridad al terrible Tsunami que asoló a su país, cuando hacían colas inmensas para recibir o adquirir alimentos en el mayor orden y tomaban solo la ración que les correspondía, para facilitar de esta manera el recibo a quienes faltaban. Es una buena lección para tener en cuenta e imitar en esta situación.








Escrito por: Samuel Calderón Salazar, director de Compass Católico, colombiano de nacimiento y actualmente viviendo en Pembroke Pines, Florida.

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