Generosidad y Diezmo
Diezmo, según el Evangelio, se entiende como una entrega de corazón por amor. Dios no vino a abolir la ley, sino a darle plenitud. Según el Antiguo Testamento era el 10% lo que se entregaba, el Evangelio es exigente. El objetivo del diezmo es para ayudar a la Iglesia en sus necesidades, entendiendo por "Iglesia" a todos los bautizados.

DIEZMO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Diezmo es, literalmente, la décima parte de todos los bienes adquiridos, ofrendados a Dios. Levítico 27, 30-33: "El diezmo entero de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como de los frutos de los árboles, es de Yahveh; es cosa sagrada de Yahveh. Si alguno quiere rescatar parte de su diezmo, añadirá la quinta parte de su valor. Todo diezmo de ganado mayor o menor, es decir, cada décima cabeza que pasa bajo el cayado, será cosa sagrada de Yahveh. No se escogerá entre animal bueno o malo, ni se le puede sustituir; y si se hace cambio, tanto el animal permutado como su sustituto serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados."
Números 28,21:"y una décima por cada uno de los siete corderos;". El diezmo es una práctica de la antigüedad, como lo revelan los pasajes y versículos citados, que tiene un sentido espiritual y debía ser entregado a sus sacerdotes, los levitas, provenientes de la tribu de Leví, la encargada por Dios de atender todas las cosas del Templo. Es un ofrecimiento a Dios pero entregado a sus Ministros, que son los que lo representan, para utilizarlo como su sustento, para atender los gastos del templo y para ayudar a los pobres y necesitados.
Hebreos 7,2-9 “Este Melquisedec que era rey de Salem, sacerdote del Dios altísimo, salió al encuentro de Abraham cuando venía de derrotar a los reyes y lo bendijo, "al cual dio Abraham el diezmo de todo, y cuyo nombre significa, en primer lugar, «rey de justicia» y, además, rey de Salem, es decir, «rey de paz», sin padre, ni madre, ni genealogía, sin comienzo de días, ni fin de vida, asemejado al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. Miren ahora cuán grande es éste, a quien el mismo Patriarca Abraham dio el diezmo de entre lo mejor del botín. Es cierto que los hijos de Leví que reciben el sacerdocio tienen orden según la Ley de percibir el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque también proceden éstos de la estirpe de Abraham; mas aquél, sin pertenecer a su genealogía, recibió el diezmo de Abraham, y bendijo al que tenía las promesas. Pues bien, es incuestionable que el inferior recibe la bendición del superior. Y aquí, ciertamente, reciben el diezmo hombres mortales; pero allí, uno de quien se asegura que vive. Y, en cierto modo, hasta el mismo Leví, que percibe los diezmos, los pagó por medio de Abraham,"
Según los pasajes anteriores y la Ley Mosaica, el diezmo era obligatorio y sagrado:
Deuteronomio 14,22: "Cada año deberás apartar el diezmo de todo lo que tus sementeras hayan producido en tus campos,"
El diezmo y los pobres
En el Antiguo Testamento tiene una orientación muy dirigida, un papel preponderante para los necesitados.
Deuteronomio 26,11"Luego te regocijarás por todos los bienes que Yahveh tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, y también se regocijará el levita y el forastero que viven en medio de ti."
Este versículo le habla al Levita (sacerdote), del regocijo que sentirá por todos los bienes que el Señor, su Dios, le ha dado, para él y los de su casa y para atender al forastero(s) (necesitado(s), que viven en su mismo lugar.
Según el Antiguo Testamento era el 10% lo que se entregaba, pero la exigencia era mayor, porque en el Antiguo Testamento existían otras ofrendas adicionales además del diezmo. (Primicias de las cosechas, del ganado, perdón de las deudas después de siete años y restitución de tierras)

DIEZMO EN EL NUEVO TESTAMENTO
Cristo no rechaza el diezmo pero enseña una nueva referencia, lleva el tema de la ley a otro nivel. Toda ley tiene un valor, Jesús no vino a abolir el diezmo, le dió un estatus mayor, darse del todo por amor sin contar el costo.
En ninguna de las 4 partes donde aparece el diezmo en el Nuevo Testamento se refiere a la cifra del 10%, pero sí hacen referencia al ejemplo de Jesucristo que se dió sin reserva.:
Mateo 23,23 "«¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidan lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.",
Lucas 11,42 "Pero, ¡ay de ustedes, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello."
Lucas 18,12, "Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias."
Diezmo en amor a Dios y al prójimo
Marcos 12,42-44: "Llegó una viuda pobre y echó unas moneditas de muy poco valor. Jesús llamó a los discípulos y les dijo: Les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos los demás. Porque todos han dado de lo que les sobra¸ pero esta, en su indigencia, ha dado cuanto tenía para vivir."
2da Corintios 8,9: "Ya conocen la generosidad de nuestro señor Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza."
1ra Corintios 9,13: "¿No saben que los ministros del culto comen de los dones del templo y los que atienden al altar participan de los dones del altar?"
Eclesiástico 35,9: "Da al Altísimo como él te dio: generosamente, según tus posibilidades."
Juan 12,8 “A los pobres los tendrán siempre entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán”.
CIC 2448: Bajo sus múltiples formas, indigencia material, opresión injusta, enfermedades físicas o psiquicas y por último, la muerte, la miseria humaba es el símbolo manifiesto de la debilidad congénita en que se encuentra el hombre tras el primer pecado y de la necesidad que tiene de salvación. Por ello, la miseria humana atrae la compasión de Cristo Salvador, que la ha querido cargar sobre si e identificarse con los más pequeños de sus hermanos.También por ello, los oprimidos por la miseria son objeto de un amor de preferencia por parte de la iglesia, que desde los orígenes y a pesar de los fallos de muchos de sus miembros, no ha cesado de trabajar para aliviarlos, defenderlos y liberarlos. Lo ha hecho mediante innumerables obras de beneficencia, que siempre y en todo lugar continúan siendo indispensables.
Diezmo, según el Evangelio, se entiende como una entrega de corazón, con alegría, de bienes materiales o servicios, por amor a Dios.
Leemos en el Evangelio, que Jesús, el Señor, no vino a abolir la ley, sino a darle plenitud.
El objetivo del diezmo es ayudar a la Iglesia y a sus representantes (sacerdotes, párrocos, Obispos, Arzobispos, Cardenales y Santo Padre) en sus necesidades.
Así mismo debemos entender por "Iglesia", en nuestro caso la Católica, Apostólica y Romana, no solo la Institución Jerárquica con sede en Roma, sino todos los bautizados que por derecho son miembros de la Iglesia y tienen necesidades.

El corazón traspasado de Jesús es lo que significa verdadera entrega. El nos da su gracia al darse y enseñarnos a darnos como El lo hizo. Debemos dar con la generosidad con que el Espíritu Santo nos ilumine.
Jesús coloca el diezmo a otro nivel, lo lleva al nivel de la justicia, la Misericordia y la lealtad. Muchos pagan el diezmo para calmar la conciencia y esto no tiene valor ante Dios. El pecado más grande es que nos hemos creído dueños, pero solo somos administradores de lo que Dios nos ha dado, para dar de comer a los otros.
DIEZMO- ENSEÑANZA DE LA IGLESIA
Basado en las escrituras algunos enseñan el diezmo como una ordenanza divina que obliga a la conciencia. Al principio la donacion se pagaba al obispo y luego a los ministros. La iglesia representada en los bautizados, que están apoyando la construcción del reino, deben recibir el diezmo.

La Iglesia mantiene la enseñanza Paulina sobre la obligación de ayudar a las necesidades de la Iglesia según las posibilidades. Al no precisar una cuota, la Iglesia NO nos exime de dar de acuerdo a nuestras posibilidades, a la medida de Cristo. Dar es una obligación y también un privilegio de ayudar a la construcción del reino de Dios.
Compass nos enseña que debemos ordenar nuestras vidas y nuestras finanzas, de modo que podamos vivir con el ochenta por ciento (80%) de nuestros ingresos, para que podamos donar el diez por ciento (10%) a la Iglesia y a entidades o personas necesitadas y ahorrar el diez por ciento (10%) restante, pensando en el futuro de nuestra familia.

Un resumen de la charla impartida por el padre Arturo Arrieta Aguas, Director de la Pastoral Social, en Palmira, Colombia. El padre Arturo tiene dentro de la Pastoral Social un hogar de paso, donde diariamente dan alimento a 400 personas. Entre ellas se encuentran inmigrantes Venezolanos y habitantes de la calle. Es entrega de alimentos, con lo más importante: amor al prójimo.