Actualizado: 13 jul 2021
El cielo está de fiesta, celebrando las bodas del cordero con nuestra Madre Alicia Echeverri Calle, fundadora de las comunidades Hijas e Hijos del Fiat y nuestra Madre Judith López Aristizábal, Superiora general de la comunidad de las Hijas del Fiat, pero nuestros corazones arrugados de tristeza por no contar más con la presencia terrenal de estos dos ángeles, que nos alumbraron desde que las conocimos y en las que el Santo Espíritu de Dios derramó su unción en cada instante de sus vidas.

Compass Colombia tiene el privilegio de haber iniciado y caminado siempre de la mano de estas admirables esclavas del Altísimo y su Comunidad. Estas dos siervas de Dios, completamente fieles al servicio de la evangelización, que dedicaron cada segundo de su vida a transmitir su inmenso amor por Jesús, la santísima Virgen María y San José, ambas en todo momento absolutamente ungidas por el Espíritu de Dios.
De la mano de la Madre Alicia empezó nuestra historia de Compass en Colombia, pues fue quien nos abrió las puertas en Julio del 2015, cuando Eva Córdova y Samuel Calderón hicieron un curso completo en cuatro días y medio a un grupo de 23 personas seleccionadas por ella misma. Este inicio tuvo lugar en su convento del Ave María, Casa Central de la Comunidad, localizado en la carretera que va de la Autopista Medellín-Bogotá al municipio de San Vicente, en el oriente antioqueño.

Fue el primer contacto hecho oficialmente por Eva, recién nombrada como Directora de Compass Católico Latinoamérica, para iniciar la difusión del curso Compass en este nuevo territorio de América. La Madre Alicia, quien ya sabía de Compass por una información recibida de una persona cercana a ella un año antes, desde el primer momento se mostró muy receptiva con Eva y programaron un retiro en las instalaciones de su sede para todos los participantes, sin costo alguno para ellos, con el único propósito de apoyar un proyecto que consideraba encantador desde que escuchó hablar de él por primera vez.

Agradecemos profundamente a la madre Alicia, quien sin duda alguna fue nuestra embajadora desde el inicio, reafirmando su apoyo curso tras curso, cada vez que escuchaba los testimonios de los participantes, y mientras era testigo de muchas de sus conversiones.
Cómo olvidar que ella hizo posible la formación de los primeros Facilitadores y Cofacilitadores en Colombia, cuando muy generosamente nos proporcionó espacios en las sedes del Ave María Medellín y Ave María San Vicente para capacitarlos. De allí en adelante comenzó el efecto multiplicador de Compass en este territorio.
Al apoyo y acompañamiento de la madre Alicia, posteriormente se le sumó el apoyo de la madre Judith, quien consideraba a Compass un medio útil para ayudar a la Comunidad en su labor de Evangelización.

De ese punto de vista estaban por derivarse acciones útiles e importantes para Compass y para la Comunidad, que eran materia de análisis y de intercambio de ideas en fechas recientes.
Uno de los legados que nos dejan nuestras madres, es a Gloria Estela Guevara, actual Directora de País en Colombia de nuestro Ministerio. Ella comenzó con la Madre Alicia y la Madre Judith la comunidad de las Hijas del Fiat. Pero el Señor tenía otros planes para Glorita, quien se dedicó a su matrimonio, y dejó de trabajar por un tiempo en la comunidad.
Pero al llegar Compass Católico, Gloria Estela se unió para trabajar de nuevo con su comunidad amada y con su querida Madre Alicia, trabajando con ellas la evangelización desde otro ángulo. No tenemos duda alguna que Gloria Estela ha sido escogida por el Señor para ser parte esencial de nuestro ministerio, por su deseo de servir y evangelizar que la llevó desde su juventud a la comunidad Ave María.
Es imposible describir con palabras estas dos almas desbordadas por el amor del Maestro. Su calidez, simpatía, gracia y espíritu de servicio, contribuyeron enormemente al buen recibo que Compass ha tenido en Colombia, país que ocupa el segundo lugar en número de personas que han tomado el curso, así como por el gran número de Facilitadores y Cofacilitadores que han surgido e innumerables testimonios de participantes que hablan de los grandes beneficios que el programa ha traído para ellos.
La vida de las Madres Alicia y Judith ha sido un verdadero regalo de Dios para nuestro ministerio. Celebramos con gozo su llegada al reino de los cielos junto a su amado Jesús, pero lamentamos con profunda tristeza su partida de este mundo terrenal, en el que se entregaron completamente a la evangelización y al servicio.
Desde el fondo de nuestros corazones nos unimos al dolor de sus familias, amigos y miembros de sus comunidades Hijas del Fiat e Hijos del Fiat, comprometiéndonos a continuar con su legado de evangelización a través de nuestro Ministerio Compass, Condeus en Colombia.