¿Quiénes Somos?
El ministerio financiero Compass Católico enseña los principios financieros bíblicos y para el efecto utiliza la Biblia, el Catecismo, Citas de santos y Papas, así como la Carta Pastoral de los Obispos de Estados Unidos sobre Mayordomía, (Mayordomía: la respuesta de un discípulo) para ayudar a las personas a poner sus finanzas en la perspectiva adecuada y convertirlos en buenos mayordomos de lo mucho o poco que Dios les ha confiado.

La Biblia tiene más de 2,500 versículos sobre cómo manejar el dinero y las posesiones. Alrededor del 15% de las parábolas de Jesús hablan del manejo del dinero y las posesiones. Todo lo que necesitamos saber sobre el dinero se puede encontrar en la Biblia. Nos dice cómo trabajar, ganar, gastar, ahorrar, dar, invertir y salir de las deudas.
El Papa Francisco ha dicho: "El dinero tiene que servir, no gobernar". Los estudios financieros bíblicos de Compass, ayudan a las personas a escapar del consumismo estimulado por la cultura actual y a encontrar paz y satisfacción con lo que el Señor les ha dado, es decir satisfacción (Contentamiento) sin caer en el Conformismo.
Sea usted joven o viejo, soltero o casado, trabajador o jubilado, financieramente independiente o con dificultad para pagar las facturas y llegar a fin de mes en paz, este estudio es para usted.
MISIÓN
Educar a la población en países de habla hispana, para que aprendan, apliquen y enseñen a otros, los principios que Dios nos transmite en la Biblia, sobre el buen manejo del dinero y las propiedades, para cumplir el plan de Dios en su vida.
VISIÓN
Ver que los seguidores de Cristo en Hispano América vivan fielmente aplicando los principios financieros de Dios para que transforme todas las áreas de sus vidas.
OBJETIVOS
Liderar a través del servicio con el ejemplo de Jesucristo, en un espíritu de amor y obediencia al Padre y amor por los demás.
Difundir el Evangelio y esforzarnos por cumplir nuestro papel como miembros del Cuerpo Viviente de Cristo.
Compartir el amor de Cristo a través de un testimonio alegre y una mayordomía desinteresada.
Estimular el crecimiento espiritual y la formación en la Fé de toda la comunidad, inspirados por la Palabra de Dios y atentos a los desafíos de nuestro tiempo.
Confiar en Dios para dirigir el ministerio de acuerdo con su plan y guiados por El Espíritu Santo.